Una birria de Fin del Mundo, vamos.
Pero sí, el mundo ya no existe, todo lo que suceda a partir de ahora sera una mera ilusión una construcción virtual de nuestras mentes. Un Matrix sin algoritmos.
Para hacerse una idea real de lo que sucede, piensen ustedes que estamos sumergidos en un videojuego de ultima generación de la que somos protagonistas pero no somos los creadores del guion.
Por eso me he decidido a hacer un blog pues nada de lo que aquí se diga sera real y por tanto no me podrán acusar de ningún delito apoyados en leyes "preventivas" tipo ley Sinde y ley SOPA.
Ni me podrán callar, ni decirme que tengo que decir y como tengo que hacerlo y, ademas, ni siquiera me podrán replicar pues después del Fin del Mundo ya no existen los Trolls y, los "odios africanos" (*) habituales en los foros de la interné no tendrán cabida , pues por no haber, en este nuevo mundo no existen ni los "comentarios".
Solo existo yo (mismamente), mis circunstancias y diversas "pantallas" que tendré que ir pasando hasta el final de este videojuego en que se ha convertido el mundo después de su fin, valga la redundancia.
Será un blog virtual dentro de lo virtual; Una matriz dentro de un Matrix sin algoritmo alguno; un desahogo existencial ante una existencia que yo no he programado ni me dejan programar, pues otra cosa que se ha llevado el Fin del Mundo, quizás para siempre, ha sido la posibilidad democrática de elegir nuestro destino.
Pero como yo soy un medianamente aceptable jugador de videojuegos, me he permitido la posibilidad de configurar las partidas que debo de jugar en este mundo después de su Fin con una opción que al menos me permita ir por la vida de "perdedor lucido" si las cosas, como es previsible, se ponen muy mal dado que nuestro Matrix post mundo no tiene algoritmos como ya he indicado y puede suceder cualquier cosa ( mala, claro)...Para ello entre las opciones de juego he implementado una muy útil para estos casos:
A los callejones, les he dejado abierta una salida...
En ¡PPAÑA! a 22-12-2012 ( El día después del Fin del Mundo).
(*) Publio Cornelio Escipión el Africano, odiaba tanto a Cartago que quedó para la Historia la expresión "odio africano" para definir el odio irracional, valga la redundancia.
